¿Por qué es importante el tratamiento precoz? Consecuencias y complicaciones

Debemos iniciar diciendo que las espondiloartitis no tienen cura al momento. Un inicio pronto del tratamiento te permitirá un control apropiado del dolor y la rigidez; Además de prevenir o retrasar el daño sobre tus articulaciones y diferentes órganos que puede comprometer.

Una vez que se presenta la calcificación de la columna, esta no desaparece; y, aunque el diagnóstico se realice en esta etapa el tratamiento mejorará los síntomas de la enfermedad.

Tratamiento farmacológico
Una vez que realizamos el diagnóstico, la primer medida terapéutica es iniciar con antiinflamatorios no esteroideos (aines) estos son capaces de reducir los síntomas de la enfermedad y algunos pacientes responden muy bien a estos. En ciertas ocasiones existe inflamación de las articulaciones como rodillas, tobillos o manos, en esta situación la inflamación se localiza en una articulación se puede optar por inyecciones de corticoides intraarticular (única indicación formal de corticoide en esta enfermedad) o en el caso que sean varias articulaciones se puede incluir en el tratamiento a medicamentos llamados modificadores de la enfermedad (FARME) como son el Metotrexate, Leflunomida o sulfasalazina.

En el caso que los síntomas persistan pensaríamos en medicamentos del segundo escalón de tratamientos, los biológicos. Estos medicamentos desarrollados en las dos últimas décadas se indican cuando no responden a la terapéutica anterior (aines y Dmars). Son fármacos desarrollados a través de biotecnología que actúan bloqueando de forma específica ciertas factores que activan la cascada de inflamación. Dentro de estos tenemos el grupo de los Anti TNF: infliximab, entanercept, adalimumab, certolizumab y golimumab. En los últimos años el desarrollo nuevos medicamentos es constante asi se producen mas opciones como Secukinumab